Glaucoma

El glaucoma es una de las enfermedades oculares que más casos de ceguera causa en la Argentina. Es bastante común en adultos mayores de 35 años, grupo en el cual perjudica la vista a 2 de cada 100 personas. Cuando el glaucoma se diagnostica a tiempo, rara vez llega a producir ceguera.

Cuando miramos un objeto, la imagen pasa de la retina al cerebro a lo largo nervio óptico. El glaucoma puede dañar este nervio, causando la aparición de puntos ciegos en áreas de la visión. El paciente rara vez nota estos puntos ciegos en la visión lateral hasta que ya está muy avanzado el daño en el nervio óptico. Si se destruye todo el nervio óptico, sobreviene la ceguera. Afortunadamente, rara vez ocurre si es diagnosticado y tratado a tiempo

Que lo causa?

Que causa el Glaucoma? El espacio que se encuentra por delante del cristalino es la CAMARA ANTERIOR. Está llena de un líquido transparente que se llama HUMOR ACUOSO. Este líquido se produce constantemente y se desaloja por un pequeño canal o CANAL DE SCHLEMM. Para su presión constante dentro del ojo debe salir por minuto la misma cantidad de humor acuoso que se produce, cuando se altera este mecanismo la presión ocular aumenta y pasado un tiempo se producen daños irreparables en la visión. ESTE ESTADO SE CONOCE CON EL NOMBRE DE GLAUCOMA. La mayoría de las personas que padecen de Glaucoma, no padecen de síntomas hasta que no hayan perdido casi el total de su visión. Los tipos más frecuentes de Glaucoma son el crónico de ángulo abierto y el agudo de ángulo cerrado.

Tratamiento

Una vez que su médico ha diagnosticado el glaucoma, se planteará las distintas opciones de tratamiento. Tratará por los medios a su alcance que la presión ocular no dañe su nervio óptico. Para ello tiene a su disposición una serie de drogas en forma de gotas oculares, la energía del láser y la cirugía. Por lo general el tratamiento con gotas es efectivo. Como alternativa de tratamiento existe la trabeculoplastia con láser de Argón.

La cirugía convencional llamada Trabeculectomía, se realiza en los casos en que la presión no sea regulada con las alternativas anteriores, la cirugía consta basicamente de crear una válvula de drenaje en el ojo para el escape del humor acuoso. También pueden implantarse válvulas que existen en el mercado como la válvula de Ahmed.